sábado, 6 de octubre de 2012

PARA TENER EN CUENTA: LA ENUNCIACIÓN.

Cada vez que leemos y escribimos  debemos conocer que la forma y el contenido del mensaje depende de parámetros de orden sicológico, social, cultural, lingüístico, temporal, espacial etc,  del escritor del lector y de la situación en que se da la comunicación. El problema esta en que cuando leemos o producimos textos no nos detenemos a analizar quién lo escribe, para quién lo escribe, con qué intención lo escribe, cómo lo escribe, por qué, cuándo y dónde se da la comunicación; por eso nos cuesta dificultad interpretar o elaborar adecuadamente los textos; porque no somos conscientes de que siempre establecemos una comunicación con otros.


Cada vez que leemos y escribimos aparece un espacio físico y mental entre nosotros y quien escribe el texto; en dicho espacio circula un contrato de comunicación que se establece por medio del lenguaje, contrato que presenta las siguientes características:

El discurso que encierra a yo locutor y el tu interlocutor alrededor de un texto en un contexto de comunicación donde circula el lenguaje.

  1.  Interlocutores que pueden estar ausentes: pueden ser uno o varios o pueden estar cerca o lejos.
  2.  Un canal de circulación gráfico e indirecto (el texto) 
  3.  Participantes con características sociales, profesionales y psicológicas. 
  4. Una situación de comunicación que admite intercambio o no; rituales que constituyen obligaciones, constricción o condiciones  de entrada y despedida (s aludos, cierre de cartas, los títulos); y los roles que desempeñan los interlocutores cuando se comunican (preguntar, explicar, demandar, responder y ejecutar).

Esta caracterización de los momentos de escritura y lectura influyen notablemente en la elaboración de sentido que circula entre los sujetos que se comunican; de allí que para interpretar y elaborar un testo de tal manera que se cumpla la intención o el propósito de la comunicación, debemos entrar a analizar los siguientes aspectos:

  •    El estilo del lenguaje utilizado por el escritor formal, informal, vulgar, familiar etc.
  •     El tono con que lo recibe el lector: amistoso, solemne, lejano…
  •     Formas de relación con el lector (focalizado en el YO, focalizado en el TÜ, focalizado en el objeto, combinación de los anteriores).
  •    Forma de organización de los enunciados: Explicativa, narrativa, argumentativa, todos contienen la descriptiva.
  •   La intención de quien produce el texto (EL YO).
  •      Las expectativas de quien lee el texto (EL Tú).
La importancia de que descubramos  la cara comunicativa de la lectura y la escritura, radica en que  favorece un mayor acercamiento entre el escritor y el lector, de tal manera que se realice con éxito la comunicación.


NO OLVIDEMOS QUE: 


Cuando leemos y escribimos dándonos tiempo para analizar la situación de comunicación que está allí implícita, estamos favoreciendo procesos de pensamiento como la inferencia (capacidad que tenemos los seres humanos para deducir a partir de lo explicito), ya que todos los aspectos de la situación de comunicación deben ser deducidos en función de las características de la comunicación que se establece entre los participantes.




Tomado de:

 Ricardo Salas Moreno y grupo de maestros, UNA PEDAGOGÍA PARA LA LECTURA Y LA ESCRITURA DESDE EL DISCURSO, Universidad del Valle, mejoramiento docente en Lengua Materna.

0 comentarios:

Publicar un comentario